ALMAS DE PAPEL...
   
 
  REFLEXIONES



REFLEXIONES





Amig@:

Donde quieras que tu estés, espero que no cierres tus
 ojosa esta realidad, quizás no es mucho lo que
 
individualmente podamos hacer pero para poder cambiar
 el mundo, debemos empezar a cambiar nosotros. 
No
derrames el agua, no gastes tu dinero en lo que no 
sacia, al contrario hay muchos que están esperando 
algo de
ti. Allí donde tu vives hay muchosque te necesitan 
¡no los olvides!
 

Me sentí muy afortunado de vivir en esta parte del mundo. 
Prometo que nunca desperdiciaré mi comida, no
importa 
quetan mal pueda saber y que tan lleno pueda estar. 
Prometo hacer todo lo posible por no desperdiciar
agua. 
Oremos porque este pequeño niño sea aliviado de su 
sufrimiento 



SABIDURÍA INDIGENA

EL SOL Y LA LUNA 

        Un samurai, conocido por todos por su nobleza y honestidad, fue a visitar a un monje zen en busca de consejos. Cuando entró en el templo donde el maestro rezaba, se sintió inferior y pensó que a pesar de haber pasado toda su vida luchando por la justicia y la paz, no se había acercado al estado de gracia del hombre que tenía frente a él. -¿Por qué me estoy sintiendo tan inferior? -preguntó al monje-,

me enfrenté muchas veces con la muerte y defendí a los más débiles, no tengo nada de qué avergonzarme. Sin embargo, al verlo meditando, he sentido que mi vida no tenía la menor importancia. -Espera. En cuanto haya atendido a todos los que me han buscado hoy, te daré la respuesta -dijo el monje-. Durante todo el día el samurai se quedó sentado en el jardín del templo. Las personas entraban y salían en busca de consejos y el monje atendía a todos con la misma paciencia y la misma sonrisa luminosa en su rostro. El estado de ánimo del samurai iba de mal en peor, pues había nacido para actuar, no para esperar. Por la noche, cuando ya todos habían partido, insistió: -¿Ahora podrá usted enseñarme? El maestro lo invitó a entrar y lo llevó hasta su habitación. La luna llena brillaba en el cielo y todo el ambiente respiraba una profunda tranquilidad. -¿Ves esta luna qué bonita es?, cruzará todo el firmamento y mañana el sol volverá a brillar. Solo que la luz del sol es mucho más fuerte y consigue mostrar los detalles del paisaje que tenemos a delante: nubes, árboles, montañas. He contemplado a los dos durante años, y nunca escuché a la luna decir: -¿Por qué no tengo el mismo brillo que el sol?, ¿es que quizás soy inferior a él? -Claro que no -respondió el samurai-, la luna y el sol son dos cosas diferentes, cada uno tiene su propia belleza. No se pueden comparar. -Entonces, ya sabes la respuesta. Somos dos personas diferentes, cada cual luchando a su manera por aquello que cree, y haciendo lo posible para tornar a este mundo mejor; el resto son solo apariencias.
 

 

EL SAMURAI Y EL MONJE 

 

 
      Un belicoso Samurai desafió en cierta ocasión a un maestro Zen a que explicara el concepto de cielo e infierno. Pero el monje respondió con desdén:

-Tú eres demasiado bruto y yo no puedo perder mi tiempo con individuos como tú.

Herido en lo más profundo de su alma, el Samurai montó en cólera, desenvainó su espada y le gritó con ira:

-¡Podría matarte por tu impertinencia!

-Eso –repuso el monje con calma- es el infierno.

Desconcertado al percibir la verdad en lo que el maestro señalaba con respecto a la furia que lo dominaba, el Samurai se serenó, envainó la espada y se inclinó, agradeciendo al monje la lección.
-Y eso -añadió el monje- es el cielo.

EL ZORRO MUTILADO

        Un
hombre que paseaba por el bosque vio un zorro que había perdido sus patas, por lo que el hombre se preguntaba cómo podría sobrevivir. Entonces vio llegar a un tigre que llevaba una presa en su boca. El tigre ya se había hartado y dejó el resto de la carne para el zorro.

       Al día siguiente Dios volvió a alimentar al zorro por medio del mismo tigre. El comenzó a maravillarse de la inmensa bondad de Dios y se dijo a sí mismo: «Voy también yo a quedarme en un rincón, confiando plenamente en el Señor, y éste me dará cuanto necesito».
Así lo hizo durante muchos
días; pero no sucedía nada y. el pobre hombre estaba casi a las puertas de la muerte cuando oyó una Voz que le decía: «¡Oh, tú, que te hallas en la senda del error, abre tus ojos a la Verdad! Sigue el ejemplo del tigre y deja ya de imitar al pobre zorro mutilado».


EL SAMURAI Y EL RATON

 

Un samurai tenía problemas a causa de un ratón que había decidido compartir su habitación. Alguien le dijo:
-Necesitas un gato.
Buscó uno en el vecindario y lo encontró. Era un gato impresionante, hermoso y fuerte. Pero el ratón era más listo que el gato y se burlaba de su fuerza.

El samurai adoptó un segundo gato, muy astuto. Desconfiado, el ratón sólo aparecía cuando aquel se dormía. Entonces le trajeron al samurai el gato de un templo zen. Tenía aspecto distraído, era mediocre y parecía siempre soñoliento.
El samurai pensó:
-No será éste el que me librará del ratón.
Sin embargo, el gato, siempre soñoliento e indiferente, pronto dejó de inspirar precauciones al ratón, que pasaba junto a él sin apenas hacerle caso. Un día, súbitamente, de un zarpazo, lo atrapó.


EL PESCADOR
SATISFECHO

 

      El rico industrial del Norte se horrorizó cuando vio a un pescador del Sur tranquilamente recostado contra su barca y fumando una pipa.
¿Por qué no has salido a pescar?», le preguntó el industrial.
«Porque ya he pescado bastante por hoy», respondió el pescador.
«¿Y por qué no pescas más de lo que necesitas?», insistió el industrial. «¿Y qué iba a hacer con ello?», preguntó a su vez el pescador.

 «Ganarías más dinero», fue la respuesta. «De ese modo podrías poner un motor a tu barca. Entonces podrías ir a aguas más profundas y pescar más peces. Entonces ganarías lo suficiente para comprarte unas redes de nylon, con las que obtendrías más peces y más dinero. Pronto ganarías para tener dos barcas... y hasta una verdadera flota. Entonces serías rico, como yo».
«¿Y qué haría entonces?», preguntó '    de nuevo el pescador.
«Podrías sentarte y disfrutar de la vida», respondió el industrial.
«¿Y qué crees que estoy haciendo en este preciso momento?», respondió el satisfecho pescador.

Es bueno tener metas altas y luchar por ellas pero no pierdas el camino de vista y disfruta del paisaje. 


LA CONFIANZA

La confianza Cuando tienes una profunda confianza, esa calidad de confianza transforma tu vida, sean cuales fueren las circunstancias. Cuando Milarep se dirigió a su Maestro en el Tibet, era tan humilde, tan puro, tan auténtico, que los demás discípulos se pusieron celosos de él. Era seguro que él sería el sucesor, entonces intentaron matarlo. Milarep era muy, muy confiado. Cierto día los demás discípulos le dijeron: `Si tú realmente crees en el Maestro, ¿puedes saltar desde ese acantilado? Si tienes confianza, entonces no hay más que decir, nada malo sucederá`. Y Milarep saltó sin vacilar un momento. Los discípulos corrieron abajo... el acantilado tenía casi tres mil pies de profundidad. Fueron abajo para encontrar los huesos desparramados, pero él se hallaba sentado en la posición de loto, inmensamente feliz. Abrió sus ojos y dijo: `Tienen razón, la confianza salva`. Creyeron que se trataba de alguna coincidencia, de modo que cuando un día se incendió una casa, le dijeron: Si amas al Maestro y tienes confianza en él, puedes ir dentro del fuego`. El se apresuró para salvar a la mujer y al niño que habían quedado dentro. El incendio era demasiado grande y ellos esperaban que muriera, pero no se quemó en absoluto. Y se volvió más radiante debido a la confianza. Un día en que se hallaban de viaje, debían atravesar un río y le dijeron: `No necesitas ir en el bote. Tienes tanta confianza que puedes caminar sobre el agua`. Y caminó. Esta fue la primera vez que el Maestro lo vio. El Maestro dijo: `¿Qué haces? Es imposible`. Y Milarep dijo: `Lo hago por tu poder, Maestro`. Entonces el Maestro pensó: `Si mi nombre y mi poder pueden hacer esto para un hombre ignorante y estúpido... probaré hacerlo yo mismo. Entonces probó y se ahogó. Nunca más se supo nada de él después de esto. Si tú tienes plena confianza aún cuando tu Maestro no esté iluminado, puedes revolucionar tu vida. Y lo contrario es también cierto: aún un Maestro iluminado puede no ser ninguna ayuda. Depende enteramente de ti.

 




 

Un viejo cacique de una tribu charlaba con sus nietos acerca 
de la vida. Él les
dijo:

- ¡Una gran pelea está ocurriendo dentro de mí!... ¡Es 
entre dos lobos! Uno de
los lobos es maldad, temor, ira, 
envidia, orgullo, arrogancia, dolor, rencor,
avaricia, culpa, 
resentimiento, inferioridad, mentiras, egolatría, competencia,
superioridad. 
El otro es Bondad, Alegría, Paz, Amor, Esperanza, 
Serenidad,
Humildad, Dulzura, Amistad, Generosidad, 
Benevolencia, 
Empatía, Verdad,
Compasión y Fe. Esta misma pelea está 
ocurriendo dentro de ustedes y dentro
de todos los seres 
de la tierra.

Lo pensaron por un minuto y uno de los niños le preguntó 
a su abuelo:

- ¿Y cuál de los lobos crees que ganará?

El viejo cacique respondió, simplemente...

 
- El que  tu alimentes....

 


 

AMIGOS


"Mi amigo no ha regresado del Campo 
de Batalla, señor.  Solicito permiso para ir a buscarlo" ,   dijo un soldado a su 
teniente.  

"Permiso denegado", replicó el oficial, "no quiero que usted su vida por un hombre que probablemente ha muerto". 
El soldado, no haciendo caso a la prohibición, salió y una hora más tarde regresó mortalmente herido,
transportando el cadáver de su amigo.  

El oficial estaba furioso : 
"Ya le dije yo que habría muerto!. Dígame: ¿merecía la pena ir allá para traer un cadáver?"

Y el soldado, moribundo, respondió: 
"Claro que sí, señor!.  

Cuando lo encontré, todavía estaba vivo y pudo decirme : 
"¡Estaba seguro que vendrías!" 

"UN AMIGO ES AQUEL QUE LLEGA 
CUANDO TODO EL MUNDO SE HA IDO "

Martes 09 de Septiembre de 2008

Reflexiones - El Cuaderno Rojo. 

El cartero extendió el telegrama.
José Roberto, le agradeció, y mientras lo abría, una profunda arruga surco su frente. expresión de sorpresa más que de dolor. Palabras breves y precisas: - Tu padre falleció. Entierro 18 horas. Mamá.
José Roberto continúo parado, mirando al vacío. Ninguna lágrima, ningún dolor.¡Nada! Era como si hubiera muerto un extraño. ¿Por que no sentía nada por la muerte del viejo?

Como un torbellino de pensamientos confusos, avisó a la esposa, tomó el micro y se fue, venciendo los silenciosos kilómetros de ruta mientras la cabeza giraba a mil. En su interior, no quería ir al funeral y, si estaba en camino era sólo para que la madre no estuviera más triste.Ella sabía que padre e hijo no se llevaban bien.

La cuestión había llegado al final el día que, después de una lluvia de acusaciones, José Roberto había hecho las valijas y partido; prometiendo nunca más poner los pies en aquella casa.
Un empleo razonable, casamiento, llamadas a la madre para Navidad, Año Nuevo o Pascua... Se había desligado de la familia no pensaba en el padre y la última cosa en la vida que deseaba era ser parecido a él.En el velorio: Pocas personas.

La madre pálida, helada, llorona.
Cuando vio al hijo, las lágrimas corrieron silenciosas, fue un abrazo de desesperado silencio. Después, vio el cuerpo sereno envuelto por una manta de rosas rojas, como las que al padre le gustaba cultivar. José Roberto no vertió una sola lágrima, el corazón no podía. Era como estar delante de un desconocido un extraño, un...

Se quedó en casa con la madre hasta la noche, la beso y le prometió que volvería trayendo los nietos y la esposa para conocerla. Ahora, podría volver a casa, porque aquel que no lo amaba, no estaba mas para darle consejos ácidos ni para criticarlo.
En el momento de la despedida la madre le colocó algo pequeño y rectangular en la mano.
-Hace mucho tiempo podrías haberlo recibido - dijo.- Pero, infelizmente sólo después que él se fue lo encontré entre las cosas más importantes...
Fue un gesto mecánico, minutos después de comenzar el viaje, metió la mano en el bolsillo y sintió el regalo.

La luz mortecina del micro, le mostró un pequeño cuaderno de tapa roja. Lo abrió curioso. Páginas amarillentas. En la primera, arriba, reconoció la caligrafía firme del padre:
- "Nació hoy José Roberto. ¡Casi cuatro kilos! Es mi primer hijo, ¡un muchachote! Estoy orgulloso de ser el padre de aquel que será mi ¡continuación en la Tierra!".

A medida que hojeaba, devorando cada anotación, sentía un dolor en la boca del estómago, mezcla de dolor e perplejidad, pues las imágenes del pasado resurgieron firmes y atrevidas ¡como si terminaran de pasar!.
- "Hoy, mi hijo fue a la escuela. ¡Es un hombrecito! Cuando lo vi de uniforme, me emocioné Y le desee un futuro lleno de sabiduría. La vida de el será diferente de la mía, que no pude estudiar por haber sido obligado a ayudar a mi padre.

- Para mi hijo deseo lo mejor. "No permitiré que la vida lo castigue".
Otra página. -"Roberto me pidió una bicicleta, mi salario no da, pero él la merece porque es estudioso y dedicado. -

- Pedí un préstamo que espero pagar con horas extras". José Roberto se mordió los labios.
Recordaba su intolerancia, De las peleas para tener la soñada bicicleta. Si todos los amigos ricos tenían una, ¿por que no podía tener la suya?.
- "Es duro para un padre castigar a un hijo y se que el me podrá odiar por eso; pero, debo educarlo para su propio bien." "Fue así como aprendí a ser un hombre honrado y esa es la única forma que sé acerca de educarlo".

José Roberto cerró los ojos y vio la escena cuando por causa de una borrachera, hubiera ido a la cárcel, aquella noche; si el padre no hubiera aparecido para impedirle ir al baile con los amigos... Recordaba también el auto retorcido y manchado de sangre que había chocado contra un árbol... Por otro lado parecía oír sirenas, el llanto de toda la ciudad mientras cuatro cajones seguían lúgubremente para el cementerio.

Las páginas se sucedían con cortas, y largas anotaciones, llenas de respuestas que revelaban, en silencio y tristeza, que el padre lo había amado.El "viejo" escribía de madrugada... reflexionó. Momento de soledad, en un grito de silencio, porque era de esa manera como era él, nadie le había enseñado a llorar y a dividir sus dolores, el mundo esperaba que fuera duro para que no lo juzgaran ni débil ni cobarde. Y, ahora José Roberto estaba teniendo la prueba que, debajo de aquella fachada de fortaleza había un corazón tan tierno y lleno de amor.
La última página.Aquella del día en que había partido: -"Dios, ¿que hice mal para mi hijo me odie tanto?¿Por qué soy considerado culpable? "Si no hice mas que intentar transformarlo en un hombre de bien".

"Mi Dios, no permitas que esta injusticia me atormente para siempre. Que un día él pueda comprenderme y perdonar por no haber sabido ser el padre que el merecía tener."Después no había más anotaciones y las hojas en blanco daban la idea de que el padre había muerto en ese momento, José Roberto cerró deprisa el cuaderno, el pecho le dolía... El corazón parecía haber crecido tanto, que luchaba para escapar por la boca.No vio el micro entrar en la Terminal, se levantó desesperado y salió casi corriendo porque necesitaba aire puro para respirar.

La aurora rompía el cielo y un día comenzaba."¡Honre a su padre para que los días de su vejez sean tranquilos!" - alguna vez había oído esa frase y jamás había reflexionado la profundidad que ella contenía. En su egocéntrica ceguera de adolescente, jamás había parado para pensar en verdades mas profundas. Para él los padres eran descartables y sin valor, como los papeles que son tirados a la basura.

Aquellos días de poca reflexión todo era placer, salud, belleza, música, color, alegría, despreocupación, vanidad. ¿No era él un semidiós?
Ahora, el tiempo lo había envejecido, fatigado y también vuelto padre, aquel falso héroe... De repente. En el juego de la vida, el era el padre y sus actuales contestaciones, no satisfacían a sus hijos. ¿Cómo no había pensado en eso antes? Seguramente por no tener tiempo, pues estaba muy ocupado con los problemas, la lucha por la supervivencia, la sed de pasar fines de semana lejos de la ciudad, con ganas de profundizar en el silencio sin necesitar dialogar con sus hijos.

Jamás tuvo la idea de comprar un cuaderno de tapa roja para anotar una frase sobre sus herederos, jamás le había pasado por la cabeza escribir que sentía orgullo de aquellos que continúan su nombre.Justamente él, que se consideraba el más completo padre de la Tierra. La vergüenza casi lo tiro con una lección de humildad. Quiso gritar, procurando agarrar al viejo para sacudirlo y abrazarlo, encontró solo el vacío.

Había una raquítica rosa roja en el jardín de su casa, el sol terminaba de nacer.
Entonces, José Roberto acaricio los pétalos y recordó la mano del padre podando, y cuidando con amor. ¿Por qué nunca percibió todo esto antes? Una lágrima brotó como el rocío, e irguiendo los ojos para el cielo dorado, de repente, sonrió y se desahogó en una confesión:

"Si Dios me mandara a elegir, ¡Juro que no querría haber tenido otro padre que no fueras vos, viejo! -Gracias por tanto amor, y perdóname por haber sido tan ciego
"HABLA, DISFRUTA, ABRAZA, BESA, SIENTE, Y AMA A TODAS LASPERSONAS QUE PUEDAS VER Y TOCAR" ¡¡¡APROVECHA!!!



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